Las privaciones de Burke.

Mi experiencia en la naturaleza, principalmente en la montaña, ha descubierto pasiones en la contemplación de los paisajes y en las vivencias acumuladas, que no llego a identificar y asemejar con ninguna otra de las emociones básicas.

Más allá de conexiones con el pasado a través del inconsciente que respondan a la activación de mis emociones, mi exploración con la intención de descifrar estas sensaciones, se centra en aspectos puramente estéticos, que me llevan en su análisis, a planteamientos filosóficos que cuestionan nuestro gusto y percepción acerca de lo bello y lo sublime.     

En el libro  “Crítica del juicio” su autor el filósofo Immanuel Kant, se refiere a lo bello en la naturaleza, con la forma del objeto consistente en su limitación. En cambio lo sublime, puede encontrarse en un objeto sin forma, representando la ausencia de sus límites.

Pero es en el ensayo Indagación filosófica sobre el origen de nuestras ideas acerca de lo bello y lo sublime donde Edmund Burke, reconoce la categoría de lo sublime en cuatro ausencias; la vacuidad, la oscuridad, el silencio y la soledad, a las que denominó privaciones.

Las privaciones de Burke, resuenan en mí como experiencias cercanas a las vividas en mis encuentros en la naturaleza , lo que me lleva a apropiarme de estos términos y explorarlos visualmente a través de la fotografía, con el ánimo de descubrirme, o por lo menos acercarme a las cuestiones de mis pasiones. 

Dicen Burke y Kant, que todo lo sublime puede ser bello, pero no todo lo bello es sublime.  Me gustaría resaltar  también de estos eruditos pensadores del S.XVIII que la experiencia de lo sublime, no depende solo del paisaje observado, sino también del estado emocional e imaginación del observador.

Trabajo actualmente en exploración y desarrollo.

 SOLEDAD

VACIO

SILENCIO

OSCURIDAD